El aumento de la migración irregular procedente de Asia y África ha sorprendido a los habitantes de la frontera sur de México, particularmente en Tapachula, epicentro de la migración irregular en la región.
Se reporta que los migrantes chinos enfrentan discriminación y dificultades para realizar trámites migratorios, lo que contrasta con el trato recibido por migrantes de otras nacionalidades en la región.
Expertos en migración señalan que el Gobierno mexicano ha sido más generoso con migrantes de ciertas nacionalidades, como venezolanos y haitianos, mientras que los migrantes chinos y de Medio Oriente enfrentan mayores obstáculos.
Los migrantes de Asia suelen tener mayores recursos económicos y se hospedan en hoteles de mejor calidad, lo que contrasta con la situación de otros migrantes en la región.
